Preparativos y logística
Dentro de mi
lista de eventos deportivos pendientes, la Cavalls del vent en el Cadí-Moixeró y la Carros de foc en el parque de Aigüestortes ocupaban
desde hace unos años las primeras posiciones, y aunque ya he realizado
travesías bastante largas como la Matagalls-Montserrat,
la Travessa del Montseny, o la Set Cims, ninguna de ellas presenta la
dureza de estas dos, en cuanto a desniveles acumulados a superar.
Así que aprovechando
los pocos días de vacaciones libres de este verano, solo me faltaba
convencer-engañar a alguno de mis
colegas para que se sumara a mi aventura, ya que hacerla solo se me antojaba
arriesgado.
Si alguien
te propone hacer la cavalls del vent y tú que nunca has hecho una travesía de
características similares aceptas, puede ser por dos motivos; o tienes muchas
ganas de hacer una aventura diferente, o realmente no sabes a lo que te vas a
enfrentar.
Cuando Xavi
me dijo que se apuntaba a la cavalls del vent, lo primero que me pasó por la
cabeza fue que no sabía dónde se metía.
Después de
un baile de fechas optamos por hacerla el fin de semana del 14 al 16 de agosto y el único que se pudo sumar fue Xavi, que no trabajaba ese fin de
semana.
Y teniendo
en cuenta que era pleno agosto, optamos por la Cavalls del vent, que discurre por paisajes con algo más de
vegetación que la Carros de foc.
Al ser una
travesía circular que acaba y empieza en el mismo refugio, solo nos faltaba decidir
desde que refugio empezar y en qué sentido hacer la travesía.
Optamos por
empezar en el refugio Lluis Estasen
que se sitúa en la falda del Pedraforca,
que tiene muy buen acceso por carretera desde Saldes, hasta el parking del
mirador del Gresolet, dónde se puede dejar el coche e ir caminando hasta el
refugio en apenas 15min. Además también decidimos pernoctar del viernes al
sábado ya en el refugio Lluís Estasen y salir ya desde allí el sábado por la
mañana, para evitar pegarnos un madrugón y un palizón de coche antes de empezar
la travesía.
En cuanto al
recorrido optamos por hacerlo en dos días (modalidad menos de 36 horas),
saliendo de Lluís Estasen y llegando al refugio del Niu de l'Àliga el primer
día, y volviendo a Lluís Estasen el segundo, en el sentido contrario a las
agujas del reloj del itinerario, haciendo noche en el niu de l'Àliga (si eliges
hacerlo "oficiosamente" con forfait básico de 19€ y tarjeta de
registro , te obligan a hacer una noche en algún refugio en régimen de media pensión
39€).
Todas las
reservas de forfait y refugios se pueden gestionar desde la página web
www.cavallsdelvent.com
En cuanto a
los quilómetros totales de la travesía no me acaba de quedar claro cuántos son,
puesto que en la página oficial no aparecen (no estaría mal que los incluyeran
en cada tramo).
Material para la travesía
Después de
valorar sobre qué tipo de mochila llevar, al final nos decidimos por una
mochila Forclaz Air de 30 litros del Decathlon, que sería suficiente para dos días
de travesía. En el interior de la mochila:
- Mudas de ropa interior para
dos días
- Pantalón largo de tela
- Mallas cortas compresivas y
camiseta técnica de manga corta de repuesto
- Chaqueta impermeable
-Toalla fina, gel i chancletas
para la ducha
-Botiquín (Compeeds, tiritas,
esparadrapo, ibuprofenos, etc.)
-Saco de dormir light del
Decathlon
-Bidón de agua 500mml
-Camelback de 1,5l (resultó poco
útil así que mejor utilizar un par de bidones)
- Geles (4 por día), barritas
energéticas (4 por día), pastillas isostar, frutos secos.
-Funda impermeable para la
mochila
-Móvil, Gopro y cargadores.
-Frontal y pilas de repuesto
Además de
los imprescindibles palos de trekking , una buena gorra para evitar insolaciones
y un pulsómetro para ir controlando distancias y tiempos.
Revisando el recorrido en el refugio Lluís Estasen |
Día 1
Refugio
Lluís Estasen (1.668m) - Refugio de Gresolet (1.280m)
D+/D-/Tiempo: 93 m/570 m/3,9km /Tiempo
estimado 1h 30 min/ Tiempo realizado 1h 15min
Antes de empezar la travesía desde Lluís Estasen |
Nos
levantamos a las 6:00h de la mañana con la intención de recoger el picnic lo
antes posible y ponernos en marcha, pero a esa hora además de estar totalmente
a oscuras el refugio, no había nadie levantado y el picnic todavía no estaba
disponible, así que tuvimos que esperar un rato. Además tuvimos que volver al parking
a dejar una par de cosas en el maletero, así que empezábamos a caminar a eso de
las 7:30h, bastante más tarde de lo previsto.
Empezar una travesía de este tipo en bajada
siempre es de agradecer, lo único malo es que si no calientas un poco, recién
levantados y al ser tan pronunciada, los cuádriceps se te pueden cargar de lo
lindo, aunque eso poco importa puesto que las ganas de caminar son grandes y
las primeras conversaciones hacen que estos primeros kilómetros pasen volando,
cruzando pequeños riachuelos y dirigiéndonos hacia l'estret de Moranta dónde el sendero pasa por debajo de una pared
de piedra espectacular.
En apenas 1h 15min, incluida alguna parada
técnica para atender necesidades fisiológicas, llegamos al refugio de Gresolet
dónde estrenamos la tarjeta de ruta con nuestro segundo sello ( por cierto los sellos suelen estar en la
puerta de acceso al refugio o directamente en el exterior, en modo self service)
El cielo seguía muy tapado pero de momento parecía
que teníamos una ventana de buen tiempo hasta el mediodía.
Refugio
de Gresolet ( 1.280 m ) – Refugio Sant Jordi ( 1.570 m )
D+/D-/Tiempo:
1009 m/667 m/16,2km / Tiempo estimado 5 h /Tiempo realizado 4h 50min
Al poco de salir del refugio nos adentramos en
la fageda de Gresolet dónde nos
encontramos un ambiente cargado de humedad, en la penumbra de los árboles, que
hace que empecemos a sudar de lo lindo y desear que algo de lluvia nos
refrescara un poco. Es un paisaje espectacular acompañado de un silencio
desconcertante.
Vamos cogiendo altura progresivamente hasta
llegar al coll de la Bauma (1.527m)
dónde el recorrido va descendiendo paulatinamente, pasando en tramos junto a
pequeños torrentes y hayedos de una altura impresionante que nos dejan con la
boca abierta.
Será por eso, y la falta todavía de práctica,
que nos desviamos un par de veces del camino correcto, teniendo que volver
hacia atrás para buscar las marcas naranjas. Si a eso le sumas, que en un tramo
te encuentras de repente con un montón de árboles con marcas de color naranja
en todas direcciones (que según dijeron unos chicos con los que nos cruzamos,
eran árboles a talar), puedes acabar totalmente perdido si no estás atento y
sigues las indicaciones del mapa de la cavalls del vent, que nos recordaba que
teníamos que hacer un tramo de GR antes de llegar al Coll de Morcarols.
Els empedrats |
El último tramo de bajada nos conduce hasta Cal Cerdanyola, dónde encontramos
carteles que señalizan el tramo dels
Empedrats. Desde allí hasta el refugio de Sant Jordi sería ya todo subida,
eso sí, en medio de un paisaje de escándalo, siguiendo rio arriba el recorrido
del torrent del Forat, pasando junto
a saltos espectaculares de agua, pozas de agua cristalina y estrechos desfiladeros.
Sin duda, para mí, uno de los dos tramos más espectaculares de la travesía. Nos
detuvimos 10min para desviarnos hacia el Bullidor
de la llet, un tobogán de agua natural digno de isla fantasía.
A mitad de subida, la lluvia hizo acto de presencia
y nos obligó a detenernos para ponernos los impermeables. Afortunadamente
fueron cuatro gotas que, desafortunadamente, hicieron que la sensación de
humedad y bochorno fueran aún mayores.
Después de un último tramo que discurre por
algunos prados bastante encharcados llegamos al refugio, en el primer gran
esfuerzo de la jornada.
En este refugio aprovechamos para comer
nuestro picnic de bocadillo de aceite y algo más, ideal para hacer limpieza
digestiva, tomar un refresco y reponer agua en los bidones. Eran las dos de la
tarde y quedaba una tirada de 4 horas por delante hasta el siguiente refugio, así
que no nos podíamos permitir mucho tiempo de descanso.
Llegada al refugio Sant Jordi |
Refugio
Sant Jordi ( 1.570 m ) - Refugio de Rebost (1.640m)
D+/D-/Tiempo:
939 m/864 m/ 13km /Tiempo estimado 4h / Tiempo realizado 3h 30min
Al poco rato de reanudar la marcha, la lluvia
volvió a hacernos compañía, esta vez con más fuerza, así que tocaba volver a
parar y proteger mochilas, y hacer este tramo de bajada trotando ligeramente.
Así que avanzamos considerablemente hasta
llegar al desvío que conducía a la subida al coll d'Escriu (1.509m), un auténtico muro que hizo que nuestras
ahora mojadas piernas sufrieran de lo lindo, al subir más de 200m en poco más
de un quilómetro.
Una vez superado el collado, empezaba una
bajada en dirección del poblado de Gréixer y después el pont de Sant Nazari por debajo de la carretera que sube al Coll de Pal. Desde allí, nos quedaba un
largo tramo de subida hasta el refugio del Rebost, y otro tanto de subida hasta
nuestra meta diaria en el refugio del niu de l'Àliga, con casi unos 1.000m de
desnivel positivo por delante.
Se trata de un tramo de subida larga y tendida
que se hace pesadísima, en la que nunca parece llegar el momento de divisar el
refugio.
La tarde se nos echaba encima y nuestro
objetivo de llegar antes de las 18:00h parecía difícil. Además las cortinas de
lluvia se veían amenazadoras justo a nuestra espalda, cubriendo por completo el
ahora tan lejano Pedraforca.
Después de un último descansillo girando hacia
nuestra izquierda apareció el ansiado refugio.
Refugio
de Rebost (1.640m) - Refugio Niu de
l'Àliga (2.510m)
D+/D-/Tiempo:
870 m/0 m/ 6,8km / Tiempo estimado 3 h 30 min /Tiempo realizado 3h 5min
Reemprendemos el camino después de hacer una
llamada (gracias a una pareja muy amable que tenía Movistar) al niu de l'àliga
para informar que llegaríamos después de las 19:30h, ya que según las
previsiones del guarda se tardaba de 2 a 3horas, y salíamos del refugio a las 17:40h.
Este tramo se prevé durillo ya que seguramente
en la carena del Serrat Gran soplará con fuerza el viento, y la lluvia que
lleva todo el día al acecho parece que va en la misma dirección que nosotros.
Son las 20:30h, estamos casi a 2500m de
altura, se está haciendo de noche bastante rápido y ya hace media hora que
soportamos un viento bastante frio que convierte a nuestra nariz en un surtidor
de mocos.
Xavi lleva un ritmo cansino desde que volvimos
al sendero correcto tras desviarnos por error hacia la collada de la Bòfia, observo
que no le quedan muchas reservas, y el señor del mazo le esta rondando, así que
la subida a la collada de Comafloriu
se antoja bastante larga y dura.
Una vez ya en la carena, a mitad de subida del
Cap del Serrat Gran hacemos un parón
aprovechando el cobijo que nos daba un conjunto de rocas prominentes. Apenas
fueron 15 min para hidratarnos y hacer que Xavi se metiera un gel y se comiera
el bocadillo que me había reservado para casos de pájara como este. Mientras
Xavi se reponía, y viendo que allí nos estábamos enfriando y cogiendo mucho
frio, decidí levantarme y ponernos en marcha nuevamente, no sabía exactamente cuánto
tiempo quedaba, calculaba una media hora, y no quería que la noche se nos
tirara encima, ya que Xavi tenía mucho frio en las manos y las sentía algo
agarrotadas (seguro que se maldijo mil veces por no haber cogido los guantes
como le había aconsejado).
Salvando las enormes diferencias, en estas
situaciones uno se da cuenta de lo realmente dura que puede ser la montaña, y
del enorme riesgo que tienen los valientes que se ponen a subir montañas de más
de 7000m.
En media hora llegábamos al refugio, después
de ver incluso algún rebeco en la cima del puig
de Comabella, aunque eso era lo de menos, lo importante era entrar en
calor, a Xavi le dolían muchísimo las manos, en un claro síntoma de
precongelación y deshidratación unidos, y la verdad que en esos momentos lo
pasamos bastante mal, él por el intenso dolor y el frío , y yo al ver las
muestras de dolor en su cara.
Suerte del trato excelente de los chicos del
refugio que en todo momento hicieron todo lo posible para que Xavi entrara en
calor.
Diez minutos bajo el agua caliente de la ducha
por fin hicieron que Xavi entrara en calor y dejara de temblar, eso sí, al salir
de la ducha y una vez abrigado lo último que tenía ganas de hacer era de
ingerir algo, así que el único que cenó fui yo...una sopa buenísima (y lo dice
alguien al que la sopa de fideos le da arcadas) y un pollo con arroz que
entraron genial.
Después de salvarlo de una muerte por
ahogamiento en bol de sopa, acompañé a Xavi a las literas y nos pusimos a sobar
de lo lindo, con la incógnita de saber cómo estaría Xavi al día siguiente y si
no le iba a pasar factura el gran esfuerzo realizado.
Día 2
Refugio
Niu de l’Aliga ( 2.510 m ) – Refugio Serrat de les Esposes ( 1.511 m )
D+/D-/Tiempo:
360 m/1.455 metres/ 16km /Tiempo estimado 5 h / Tiempo realizado 4h 45min
Levantarte
viendo por la ventana del refugio los primeros rayos de sol iluminando todo el
horizonte no tiene precio...pero haberte comprado unos tapones de goma para los
oídos y librarte de pasar la noche sin pegar ojo por los ronquidos de tu
compañero, vale más que todo el oro del mundo.
Después de
casi 8 horas de sueño reparador contando puntos naranjas, a las 6:30 sonó la
alarma de mi reloj, y aunque ya llevaba un buen rato despierto, las ganas de levantarme
de la litera y contemplar el amanecer fueron in crescendo.
Una vez con
los pies en el suelo pude comprobar que las agujetas eran mínimas y que de pies
estaba perfecto...y sorprendentemente Xavi tampoco tenía rastro de agujetas.
Recogimos los
sacos, rehicimos las mochilas y después de tomar el picnic que tan amablemente
nos habían dejado preparado los del refugio, empezamos la jornada con la esperanza
que el tiempo acompañara algo más.
Al salir fuera del refugio un cielo azul
espectacular nos daba los buenos días y hacía que el temor a otro día lluvioso
desapareciera.
Este tramo
es de los más espectaculares y aéreos de toda la travesía, por toda la carena
del Cadí-Moixeró, subiendo el cim de Penyes Altes (2279m), con alguna bajada
muy técnica, hasta llegar al pla del Moixeró dónde un prado lleno de vacas y
rompehuesos, que alzaban el vuelo a nuestro paso, nos recibían en mitad de una
calma total.
cima de Penyes Altes |
Desde allí
se giraba el trazado y se iniciaba una bajada por la cara norte de la montaña,
totalmente húmeda y resbaladiza, que hizo que nuestras posaderas acabaran
varias veces en el suelo, y el ritmo fuera muy lento. Después de una media hora
de bajada (-350m) , haciendo más de un matrix
por el camino, se llegaba a una amplia pista que ya nos guiaría hasta el refugio,
dónde repostamos líquidos y continuamos sin apenas detenernos.
refugio Serrat de les Esposes |
Refugio
Serrat de les Esposes ( 1.511 m ) – Refugio Cortals de l’Ingla( 1.610 m )
D+/D-/Tiempo:196 m/97 m/ 4,8km / Tiempo
estimado 1h 30min / Tiempo realizado 1h 19min
Decidimos no
parar a comer en el Serrat d eles Esposes y quitarnos de encima este tramo lo
más rápido posible, aprovechando que se trata de un tramo bastante aburrido que
discurre cercano a una pista asfaltada, sin mucho desnivel y en el que se podía
recortar tiempo.
Aún así
tuvimos que retroceder un par de ocasiones para buscar el sendero correcto
puesto que había tramos en los que el sendero se bifurcaba i faltaba un poco
más de indicaciones.
Una vez en
el refugio dels Cortals de l'ingla aprovechamos para devorar nuestro lunge, de
bocata de queso aceitoso, manzana y coca-cola, y ponernos en marcha para el
tramo que se nos avecinaba.
Refugio
Cortals de l’Ingla( 1.610 m ) - Refugio Prat d'Aguiló (2.010m )
D+/D-/Tiempo:
828m. / 321m. / 11km /Tiempo estimado 4h30min / Tiempo realizado 4h 5min
En este
tramo pasé mi mini pájara particular, propiciado por el calor que hacía y no
haber bebido lo suficiente.
Al poco de
salir del refugio, llegamos a un tramo dónde los puntos de señalización además
de escasear, tenían la pintura desgastada y costaba mucho seguir el sendero
correcto. Se trataba del sendero que subía por el torrent de Vimboca y que se me hizo muy duro.
Una vez al coll de Vimboca, el sendero discurría por
la carena de la serra de la Moixa y el serrat
de la Muga hasta llegar al pas del
Bou dónde empezaba un descenso pronunciado por una tartera que nos permitió
soltar las piernas.
Un último
repechón después de cruzar el barranco de les Tosselletes nos permitía llegar a
la pradera dónde se encontraba el refugio Prat d'Aguiló, el segundo más alto de
toda la travesía, y en el que hicimos la última parada técnica para llenar
bidones de agua y mentalizarnos de la imponente subida al pas dels Gosolans que nos esperaba.
Xavi y el pas dels Gosolans a su espalda |
Refugio
Prat d'Aguiló (2.010m ) - Refugio Lluis Estasen (1.668m)
D+/D-/Tiempo:
470 m / 810 m /12,5 km/ Tiempo estimado 3h/ Tiempo realizado 3h 17min
Nada más reiniciar
la marcha, vimos un cartel que indicaba el pas de Gossolans en 1h 20min. Eso
nos hizo apretar los dientes y iniciar el ascenso buscando con la vista el
sendero que nos llevaría hasta arriba. El ritmo de subida fue muy bueno, eso
sí, procuramos ir parando bastante para beber. Poco a poco fuimos subiendo por
un sendero que en algunos tramos tenía una pendiente considerable y estaba
lleno de grava y bloques de piedras (venditos palos).
En una hora
nos plantamos en la cima y el subidón anímico fue considerable, delante
teníamos una auténtica maravilla de paisaje, con el refugio de dónde habíamos
salido a nuestra espalda y un prado verde delante que nos conduciría a un
último paso elevado antes de encarar la larga bajada hasta el refugio Lluís
Estasen.
A estas
alturas ya sabíamos que llegaríamos después de las 19:00h y por tanto que no
bajaríamos de las 36 horas, pero la verdad es que nos daba exactamente lo
mismo, la única preocupación era no llegar de noche al refugio.
La verdad es
que desde el Colell dónde se coge una
ancha pista forestal hasta el refugio se hizo muy pesada, larga y aburrida,
pero la idea de llegar y sacarte la mochila de encima, cenar algo y coger el
coche de vuelta a casa era suficientemente atractiva como para no aflojar el
ritmo.
Con los
últimos trazos de luz del día llegamos al refugio Lluís Estasen, dónde nos
abrazamos sin mariconadas y soltamos algún que otro aullido, dejando salir el
lado más wild de nuestro interior.
Llegada de nuevo al refugio Lluís Estasen |
Faltaba
volver a poner el sello del refugio de dónde el día anterior habíamos iniciado
nuestra aventura y ya tendríamos completada nuestra tarjeta de ruta de la
cavalls del vent.
Después de
dejarnos convencer por Jordi para cenar allí unos deliciosos huevos fritos con beicon
que fueron música celestial en nuestros paladares, todavía nos quedó tiempo
para perdernos en el sendero de camino al parquing al pasarnos las indicaciones
y coger de nuevo el sendero de la cavalls del vent (lógico después de estar dos
días buscando puntos naranjas en arboles y piedras).
marca indicativa de itinerario de la cavalls del vent |
Solo quedaba
subirse al coche sin apenas haber estirado las piernas, y hacer las dos horitas
y media de camino de vuelta a casa...dónde después de una ducha más que merecida,
acabó mi cuerpo cansado reposando en mi
ansiada cama, junto a mis dos mujercitas.
Modalidad
menos de 36 h solo caminando?
De antemano
y según los tiempos estimados por la organización, de Lluís Estas en al Ni de l'Àliga son 14
horas, y desde el niu de l'Àliga de nuevo a Estassen 14 horas más, así que
quedan 8 horas para descanso-comer-dormir.
Una vez
acabada la travesía y haciendo números, en dos días es difícil bajar de las 36 horas
si te permites el lujo de dormir 8 horas, sales cada mañana a las 7.00h y no
haces ningún tramo corriendo. Al final completamos la travesía en unas 38 horas
totales, con casi 13horas caminado el primer día
y otras 13 horas el segundo, durmiendo 8 horas y
dedicando otras 4 horas entre la cena-ducha y las paradas para comer algo
durante la travesía. Cierto es que en algún tramo podríamos haber apretado el
paso un poco más, pero reducir dos horas el tiempo total requeriría no parar a comer nada y empezar la jornada a las
5:00h, o sea hacer algún tramo a oscuras, sin contar con el picnic del refugio.
En cuanto a
incrementar el ritmo sin llegara a correr, cabe decir que no somos especialistas
en el fast hiking, pero el ritmo de ascensión difícilmente se podría haber
incrementado, y tampoco queríamos ir con la lengua fuera en las llanos y
bajadas, sin poder disfrutar mínimamente de las espectaculares vistas que
disfrutamos en todo el recorrido. Además en casi todos los tramos fuimos por
debajo del tiempo estimado por la organización.
Por supuesto
que habrá gente que baja de las 36 horas haciéndola sin correr y durmiendo
menos, pero eso no nos va hacer estar decepcionados con el resultado , todo lo
contrario...nos ha quedado un sabor de boca estupendo y una sensación de
superación personal impagable.
Alguien dirá
que si te apuntas a esa modalidad es para conseguir el objetivo...la realidad
es que también podríamos habernos planteado la travesía en tres días, pero solo
disponíamos de dos así que...
El único
regusto amargo que nos queda es no poder haber disfrutado esta aventura con
nuestro compañero Parrator, que por culpa del siempre odioso pero indispensable curro, no pudo sumarse a
nuestra primera Cavalls del Vent.
La contracrónica: El retorno del gorrioKaps
Todavía me
acuerdo en mi época de biker jovencito, cuando salíamos a hacer trialeras por
Moja y de repente el canto de una especie de ave muy peculiar inundaba el
silencio matinal del bosque. Se trataba del gorrioKaps común (Pardalus domésticus), un pájaro de unos
70 kilos de peso cuyo canto hace retumbar tus tímpanos como si fuera un
martillo percutor.
Creía que
ese pájaro era endémico de la zona del Penedès, pero mi sorpresa ha sido
descubrir una especie similar en medio del Cadí-Moixeró, el gorrioalsinus, y aunque su canto no es exactamente
igual, guarda características similares, recordando ambos el sonido del eructo
humano.
Si bien el gorrioKaps debe su canto a la ingesta
matutina de un vaso de leche, el gorrioalsinus
puede cantar de forma continuada
durante un par de horas después de hidratarse con bebidas isotónicas y
alimentarse de geles energéticos.
El
gorrioalsinus es un pájaro también muy pesado, y aunque se desplaza dando
pequeños saltitos por el suelo, lo extraño es que no levite debido a los gases
acumulados en el interior de su caja torácica...un misterio que a día de hoy
sigo sin entender.
a la izquierda una vaca y a la derecha el gorrioalsinus |
Kunfu a pies del Pedraforca
Menuda
sorpresa se llevó Xavi al llegar al refugio Lluís Estasen y ver al que era el
guarda. Sin duda un momento de regresión en el tiempo pasó por la cabeza de
ambos, al mirarse el uno al otro y quedarse con cara de "este tío me
suena...".
Nada más y
nada menos que una regresión de 25 años! Y es que Jordi Gallardo, el guarda del
refugio, fue compañero de clase de la hermana mayor de Xavi en el mismo colegio
que fuimos Xavi y yo, el Mas i Parera de Vilafranca.
Son en estas
ocasiones cuando uno se da cuenta de que el mundo es un pañuelo. Jordi, o como
se le conoce desde hace tiempo, el Punky, es el guarda del refugio desde ya
hace muchos años, y además practica el kunfu en las faldas del Pedraforca según
nos enteramos más tarde al ver un artículo en la Vanguardia. Dar las gracias de
nuevo a Jordi y su mujer por el trato exquisito recibido y las risas que nos
pegamos juntos.
Xavi y Jordi |
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