sábado, 29 de junio de 2013

I Marxa Ke pasa tiu team Els Monjos

16/06/2013


Bajar a ritmo de seek & destroy, con el cuerpo engarrotado y más tenso que Eduardo Manostijeras poniéndose unas lentillas, puede resultar altamente contraindicado para la salud del ciclista. La verdad, es que no conocer la trialera por dónde te lanzas, es como hacerlo con los ojos cerrados puesto que no sabes lo que viene después de la siguiente curva, no sabes dónde puedes pedalear para coger más velocidad, o cuándo debes frenar porque viene un escalón donde irte de morros es lo más probable sino te anticipas.






En el recorrido un par de trialeras, antes de llegar a Sant Martí Sarroca, para poner los pelos de punta...dónde el olor a frenos de disco calentitos se hacia notar en el aire, y en las que había que templar los nervios y dejar rodar la bici lo máximo posible, aunque tampoco en exceso porque podías salirte y pegarte el gran tortazo, y en algunos puntos, incluso con los frenos delanteros y traseros clavados y con las dos ruedas derrapando se hacía difícil controlar la bici.

A destacar una espectacular bajada en la zona de les Cantarelles, antes de subir  lo alto del turó de l'Argila. Desde allí bajada muy rápida hasta plantarse en la riera que pasa por detrás del castell de Sant Martí Sarroca, con unos cuantos cruces por encima de la riera.

La verdad es que bajando te das cuenta de lo locos que estamos algunos bikers, que nos pensamos que seguimos siendo aquellos chavales que con su BH Bicicross se lanzaban por la bajada del diablo del Espirall sin miedo a quedarse sin rodillas, sin suspensiones delanteras ni traseras, sin piñones y con plato fijo, sin casco, sin culotte, sin guantes...y que sabían la velocidad sin la ayuda de un cuentakilómetros...en una escala que se basaba en ir más o menos follao que tu amigo.

Aquella pedazo de bici...mi BH Bicicross desmontable!...eso eran bicis!....puro acero indestructible con el que podías meterte en el circuito de cross situado al lado del actual hospital, dispuesto a partirte la crisma en el primer salto! Y como no, fardar poniendo una botella de plástico en la rueda trasera, y así simular ser una moto de cross!

Entonces no había geles recuperadores, y te tenías que conformar con comer las moras que te pudieras encontrar por el camino si tenias suerte...eran otros tiempos y otra manera de ver el ciclismo.

Aún así, de vez en cuando te sale el instinto kamikaze y te decides por hacer el loco durante unas horas, recordando aquellos años de divina juventud....vale la pena?...sin duda alguna!

De la carrera, nada más a comentar, salvo el tramo final por la riera dónde te tenias que dar un chapuzon casi hasta las rodillas, y en los que un bañador no hubiera estado mal.

Al final, después de arrastrarme en los últimos kilómetros, contento de poder acabar también esta cursa, con un lamentable puesto 221 de 227 y unas 3h 15min.










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