I’m a hunter beacons
Desde bien pequeño, y gracias a los fin de semana que pasábamos en el terreno
y más tarde en la Barquera, siempre me gustó corretear por en medio de la
montaña, y acabar bien rebozado de tierra y hierbajos.
Con los años descubrí otra afición que me
encantó: ir a buscar setas. Y como buen “caçador de bolets”, adentrarse en la
montaña y dejarse envolver por sus sonidos y por su olor, sin importar las
horas y pensando únicamente en encontrar el “gran rodal” de setas…la panacea
para todo cazador ofuscado.
Y quién pudiera haber imaginado, que muy
cerquita ya de mis cuarenta, encontraría una afición que uniera hacer el cabra
por la montaña y buscar…balizas, que no setas?….Yes, I’m a hunter beacons!
Cierto es que la recompensa no es la misma, porque hasta la fecha, y que yo
sepa, nadie se lleva la baliza a casa para comérsela a la plancha con ajito y
perejil…aunque tiempo al tiempo.